jueves, 21 de noviembre de 2013

Últimas lluvias, primeras nevadas...

        Hace ya casi un mes que llegué a Bélgica, concretamente cuatro semanas se cumplen hoy, y me he decidido al fin a abrir ese blog que algunos me recomendásteis. Dada mi natural torpeza con estas cosas os ruego paciencia con el aspecto y desarrollo del mismo así como no mucha exigencia a la hora de actualizarlo, lo haré pero no pidáis fechas ni períodos regulares ;).

        Cómo empezar? Lo más lógico sería por el principio pero la verdad es que el principio es bastante común y aburrido. Como dijo cierto hobbit todas las aventuras empiezan con un solo paso y los primeros, siendo los más difíciles, también son los más tediosos. Papeles, inscripciones, búsqueda de plazas (algo infructuosa por ahora) en cursos de idiomas y cosas así.

        En el terreno práctico para empezar lo que más cuesta es adaptarse al estilo de vida norte-europeo viiendo de un país mediterráneo y anárquico; desayuno grande y muy temprano, almuerzo no más allá de las doce del medio día, cena a las seis y media/siete a más tardar y luego... Luego qué?. Pues luego estar. Aquí se vive dentro de casa y aunque no falta la vida en sociedad esta nunca es tan espontánea como la nuestra, aquí raro es el lunes que no sabes lo que vas a hacer el domingo y los "nos vemos en un rato en (añada el nombre del bar que desee)?" son inconcebibles  (aunque ya me estoy encargando yo de meter un poco de caos entre tanto orden). Y lluvia... Mucha lluvia... TODA la lluvia... Menos ahora que empieza también la nieve. Aunque la verdad es que no supone un problema si te gustan como a mi los paisajes grises y otoñales, aunque veremos a ver si dentro de cuatro meses sigo diciendo lo mismo... Espero y creo que si. Lo que si que ya echo de menos son los montes y las colinas, sitios a los que subir con el perro (cómo te echo de menos Indi) y los amigos o solo, a mirar el paisaje y pensar o charlar o dejar vagar la mente... Aquí todo es llano y el paisaje, siempre verde, se extiende solo hasta el siguiente canal o la siguiente línea de árboles es otro estilo de belleza.

         La gente es cordialmente fría, educada y rubia. Muy simpáticos y agradables en el trato, siempre tratando de ayudar, especialmente es de señalar como todo el mundo trata de adaptarse a tu idioma si no hablas el suyo, (lo que es muy de agradecer pero comenzará a ser un problema cuando empiece a hablar neerlandés, ya veremos como se da) y despidiéndose siempre con una sonrisa, esto choca con su frialdad si la comparamos con nuestra forma de ser, como ejemplo a los pocos días de llegar fui a ver una amiga que no veía desde hacía seis años, me dió un beso (aquí se da uno o, siendo formales, tres, nunca dos) me preguntó un educado "how are you?" y nos fuimos a tomar una cerveza. Fin del ritual de saludo. Simpatía y cordialidad, pero sin aspavientos, nada de abrazos, saludos estruendosos o voces en los bares o las calles... A veces hasta lo echo de menos.

        No se que más contaros, no hay por ahora mucho más que decir, pero iré dejando aquí crónica de mi vida y opiniones desde Más Allá del Muro.

        Un saludo a todos seáis lo que seáis.